El lenguaje claro es una forma de redacción simple, que permite a las personas entender un determinado tema,sin necesariamente estar inmerso en él.

Distintas instituciones públicas y empresas utilizan el lenguaje claro para mejorar su relación con sus grupos de interés internos y externos.

Pero el lenguaje claro va más allá de simplificar textos. Es mejorar los procesos de edición, integrar recurso audiovisuales e incorporar las nuevas herramientasdigitales para mejorar la comprensión de los contenidos.

De esa manera, Cuenco busca instalar en la agenda pública la importancia de hablar sobre agua no sólo en tiempos de escasez, involucrando al sector público, sector privado, academia y sociedad civil, sin importar su disciplina o área de estudio.

A principios de 2024, visitamos distintas localidades afectadas por la escasez hídrica, para conocer en profundidad qué significa vivir sin el agua garantizada.

Conversamos con la comunidad y también con las directivas de las organizaciones de Agua Potable Rural (APR), y detectamos un problema comunicacional en la gestión del agua.

Por un lado, no siempre las directivas comprenden a la primera los asuntos legales u operacionales de la gestión del agua, debiendo emplear horas de su tiempo personal para informarse más al respecto, y por el otro, un alto porcentaje de la comunidad desconoce las funciones que desempeñan las organizaciones de APR.

En rigor, la comunidad no confía del todo en sus directivas, y lo manifiestan a través de comentarios negativos en redes sociales. La participación ciudadana ha disminuido considerablemente. Ya nadie quiere hacerse cargo de los comités de agua potable.

La comunicación surge como una respuesta a esa necesidad. A través de la metodología del lenguaje claro, las organizaciones pueden hacer llegar de manera mucho más simple los mensajes a sus grupos de interés, ahorrando tiempo, fomentando la participación y ganando confianza y transparencia de la comunidad.